Cabina de un Fw 190 A-7
Hasegawa,
escala 1/32
por Raúl Corral
“Usemos sólo lo que viene en la
caja”
Desde
hace tiempo me pasaba por la cabeza la idea de hacer un
modelo a escala 1/32 donde se pudiera aprovechar al máximo
la cabina que viene con la maqueta propia sin necesidad de
añadir ningún accesorio adicional.
A
continuación veremos cómo montar y pintar la cabina de este
modelo de Hasegawa representando el magnífico Fw 190 A-7
del as alemán Heinz Bär. Todo de una forma sencilla. No
usaremos ningún “extra” e intentaremos dar a la cabina un
aspecto más que convincente echando mano solamente de lo
que viene en la caja... ¿será posible con tantos accesorios
de altisima calidad en el mercado hoy en
día?
Empecemos...
Lo
primero es montar la base de la cabina con los mandos
laterales también. Las demás piezas las dejaremos sueltas,
si acaso unidas aún al plástico según vienen en la caja,
para así pintarlas sin necesidad de
tocarlas.
Una
vez todo más o menos preparado, le damos una mano de negro
mate con el aerógrafo a todas las piezas. Esta vez escogí
un color acrílico de Gunze Sangyo, el “Tire Black” que es
como un gris muy oscuro, casi negro.
Luego
pasamos el aerógrafo en varias suaves pasadas mezclando el
color previo “Tire Black” con un poco de blanco mate de
Tamiya. Así nos quedará ya un gris parecido al de las
cabinas de los Fw 190. De fondo en algunos sitios todavía
es posible ver trazas del color negro (siempre y cuando no
abusemos dando pasadas con el gris).
Para dar un toque real decidí añadir los cables de tensado
de la antena que van por detrás del reposacabezas. Es un
detalle que casi nunca he visto en maquetas de los Fw 190A
y la verdad es que con un mínimo de esfuerzo el resultado
es totalmente realista... Lo que hice fue usar dos trozos
muy finos de plástico estriado sujetos a la estructura con
una de las rebanadas que a veces vienen con algunas piezas
en las cajas de la maquetas.
Una vez las capas de negros y grises han secado, usando la
técnica de “pincel seco” (mojando ligeramente el pincel en
el color deseado - gris claro en mi caso - y secándolo en
un trapo hasta que casi está seco; pasando el pincel casi
seco varias veces sobre las zonas que queremos pintar
veremos como las aristas y demás salientes quedan
resaltados) damos unas pasadas sobre todos aquellos
detalles que queremos resaltar.
Los
resultados se ven enseguida.
antes...
después...
En todas las partes de la futura cabina vemos como hemos
sacado a la luz todos los detalles...
Terminado el trabajo del pincel seco, llega la hora de
barnizar en brillo (esta vez usé barniz brillo de Gunze
Sangyo y no el de Tamiya - en realidad son casi iguales)
todas aquellas áreas donde pondremos alguna decal o calca
(paenl de mandos, plancha metálica de protección del
reposacabezas...) y tras dejarlo secar un par de horas se
puede empezar ya a poner las decals que vienen en la propia
maqueta de Hasegawa. No son precisamente finas pero con
Micro Set y Micro Sol (imprescindibles ambos) podremos
conseguir resultados interesantes.
Para
las calcas del panel de mandos lo mejor es separar todos lo
relojes y demás indicadores para que se adhieran mejor a la
superficie del panel. Y una a una las vamos aplicando...
Como siempre aplicamos primero una capa de Micro Set, luego
ponemos la calca y con ayuda de un palito de limpiar los
oídos presionamos suavemente hasta que la calca se adapte a
la superficie.
Tras repetir esto con todas las calcas o decals dejamos
secar el conjunto unas horas y luego con mucho cuidado
pasamos un mano de Micro Sol. Esto lo debemos hacer de
forma muy delicada ya que este líquido es tremendamente
fuerte para las calcas, las deforma casi hasta el punto de
romperlas si nos excedemos mucho con el pincel. Pero si se
aplica correctamente veremos como la decal se ha vuelto tan
fina y se ha adpatado tanto a la superficie, que casi
parece pintada en ella.
Y llega mi momento favorito: usando pinturas de disolvente
(más aceitosas y no tan líquidas como las acrílicas)
ponemos unas porciones de negro, rojo, blanco, marrón y
amarillo e iremos pintando diversos botones e indicadores
de los mandos. Para ello siempre uso una aguja de coser, la
punta es tan fina que se puede pintar cualquier pequeñez
sin tener un pulso de acero. Importante es que la pintura
esté casi como una masa, si está demasiado líquida no nos
será posible usar la aguja para pintar los detalles.
Esta parte exige mucha paciencia y una buena vista. Cuánto
más detalles resaltemos (sin pasarnos, claro) más vistosa y
realista nos quedará la cabina.
Así
mismo con un picel muy fino pasamos unas capas muy diluídas
en disolvente de negro mate de Humbrol sobre aquellas zonas
que lo exijan...
Y con un lapicero normal resaltamos algunas líneas y
hendiduras...
Unos
desconchados por aquí y por allí nos dejarán un aspecto más
real...
...Y ya la tenemos lista. Unas manos de barniz mate de
Humbrol acabarán igualando todas las fases de pintura
aplicadas.
Algo de suciedad (imitado con un color mezcla de amarillo y
marrón de Humbrol) se deja entrever sobre la tapa del
pequeño depósito-almacén para objetos personales del piloto
situado tras el asiento.
Y
una vez chequeamos que todo esté en regla pasamos a montar
ya las piezas de la cabina todas juntas y a prepararnos
para añadirle el único toque externo: los cinturones
fotograbados de la empresa Eduard (son fabulosos) que
además ya vienen pintados.
Al venir pintados los cinturones nos ahorran mucho trabajo.
Además por muy bien que lo hiciéramos nunca conseguiríamos
igualar la calidad que oferece Eduard aquí. Con unas pinzas
muy finas y un buen pegamento (un Superglue funciona bien)
nos ponemos a ello.
El encaje es muy bueno y tan sólo es necesaria un poquito
de paciencia a la hora de unir las distintas partes (la
construcción no es difícil).
Y montamos la cabina (o cockpit) en el fuselaje, como se ve
en la foto de arriba a la derecha. Sin sorpresa en un
modelo de Hasegawa, la calidad es muy alta y el encaje
perfecto. Lo único que hacemos ahora es pintar en gris muy
oscuro (casi negro) el frontal de la cabina. Los bordes se
pintan en marrón-rojizo de Humbrol. La mira con sus
cristales se colocan también en su posición. Y ya tenemos
la cabina lista.
Como
podéis ver no siempre es necesario comprar accesorios para
una cabina, a veces con algo de paciencia se consiguen
también buenos resultados. Por supuesto gracias claro a la
calidad de Hasegawa.
Fotos y textos son copyright © 2011 de Raúl Corral
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