Focke Wulf Fw 190 D-9 "Dora"
Revell, escala 1/32
por
Raúl Corral
“El
elegante Dora de Revell”
Una
de mis marcas favoritas:
Revell.
Siempre fiable, uno sabe lo que va a encontrar (calidad)
y el precio es siempre menor que el de otras marcas que
ofrecen lo mismo o incluso menos por más dinero.
El
diseño de las cajas también me ha llamado siempre la
atención con dibujos de aviones en vuelo que impactan a la
vista. Las calcas son también un punto fuerte de Revell:
buena calidad y generalmente originales (para nada las
calcas repetitivas que uno está ya harto de ver en algunos
modelos y fabricantes).
Recomendados
para cualquier escala, los modelos de Revell son también
fáciles de montar (salvo alguna que otra
rareza).
Con
el Fw 190 D-9 “Dora” no hubo excepción. De hecho se trata
de un modelo anterior de Hasegawa cuyos moldes son
utilizados por Revell ahora ofreciendo la posibilidad de
construir varias versiones de este elegante caza. Las dos
tipos de cabina aparecen en la caja (para representar las
primeras versiones y para las últimas) así como dos tipos
distintos de cola, que nos pueden ayudar a hacer los raros
Fw 190 D-9 dotados de una cola como la usada en el caza Ta
152 H.
Las líneas generales retratan fielmente este bonito caza
(personalmente me parece el avión más elegante con motor de
hélice, junto al P-51 Mustang, de todos los que vieron
combate en la Segunda Guerra Mundial).
También se dice que es el "Dora" el mejor avión a pistón de
la Luftwaffe durante el conflicto. Y ello pese a las
enormes pérdidas sufridas por este tipo de aviones,
exclusivamente debidas a la inexperiencia de sus pilotos,
que apenas sin horas de vuelo y en casos extremos,
directamente de los libros de teoría, eran obligados a
volar misiones de combate en condiciones de abrumadora
inferioridad contra cazas como Mig's, Yak's, Spitfire's,
Mustang's y Thunderbolt's... no en vano su esperanza de
vida era, en los últimos meses de la guerra, de ¡una
misión!
En
general todas las piezas del avión de Revell son muy
buenas. Lo único que me causó algún problema fue montar el
motor (bueno, sólo las piezas del motor que se ven desde
los huecos del tren de aterrizaje) pero supongo que fue
porque lo hice todo deprisa sin hacer pruebas de encaje y
ensamblaje antes de pegar todo... para la próxima ya estoy
sobre aviso.
Por
lo demás, el resto del montaje y la pintura discurrieron
sin problemas.
A propósito:
este modelo (al igual que el de
Hasegawa, el Me 109
G-2/R-6)
tiene ya un año, lo acabé antes de empezar a hacer esta
web así que no hay muchas fotos para seguir paso a paso
el montaje y pintura desde la fase inicial.
Para
la decoración (lo que más me gusta, mirar y buscar en
libros) me puse los siguientes objetivos:
un avión que usara el RLM 76 en su versión “verdosa”
(erróneamente llamada por algunos RLM 84), que la cruz del
fuselaje fuera en líneas negras sólo, que tuviera una banda
de reconocimiento en el fuselaje de las unidades de la
“Reichverteidigung” (unidades defensoras de la patria), que
llevara varios colores en la parte inferior (como grises o
metales, típico de los últimos aviones de la guerra, cuyas
partes provenían de diversos fabricantes y talleres), que
estuviera camuflado en tonos verdes (RLM 82 y 83) y que
tuviera números llamativos. Parece imposible pero al final
encontré la hoja de calcas con un avión que reunía todas
estas condiciones, un Fw 190 D-9 de la unidad JG 26, en
1945:
Lo único que no pinté fue la sección inferior delantera en
amarillo ya que no era usual en los últimos meses de guerra
encontrar estos paneles en amarillo por la sencilla razón
del caos que reinaba en los aeródromos alemanes y del poco
tiempo que se tenía para el mantenimiento y pintura de los
aviones. Si el día de mañana descubro que sí la llevaba en
amarillo, la pintaré sin problema
alguno...:-)
En
fin, ya tenemos la idea, ahora hay que ponerla en
práctica.
Tras
instalar y pintar las piezas del motor que se van a ver
desde los huecos del tren de aterrizaje, me pasé a la
cabina. Como de costumbre la pinté de color gris panzer de
Tamiya. Luego le dí unos baños en negro mate de Humbrol
(disolvente) muy diluído. Tras varios días dejándolo secar,
apliqué con pincel seco una mezcla de gris + blanco mates
de Humbrol, que resaltó aristas y demás detalles salientes.
La verdad es que al principio tenía la idea de mantener la
cabina cerrada así que no la detallé absolutamente nada.
Incluso uno de los cinturones del asiento del piloto fue
hecho a mano (usando plástico de la cubierta del tapón de
una botella de champán). Sin embargo, no me quedó tan mal
así que al final dejé la cabina abierta...
Todos los pequeños detalles tales como relojes,
indicadores, luces y botones en los mandos, etc
fueron
pintados
con mucha paciencia usando un alfiler o aguja, sí de esos
de coser, que aunque parezca imposible, es mi herramienta
más fiable para pintar detalles minimalistas en todas mis
maquetas. Los colores usados fueron (todos de disolvente,
que son mucho mejores que las pinturas acrilicas para estos
menesteres) blanco, negro, rojo, amarillo y marrón, todos
mates de Humbrol.
Una
vez acabada la cabina y ya en su sitio pegada con Superglue
3 me puse a retocar las partes del motor que va a quedar
visbles por debajo. Las pinté con grises de diversos tipos,
de Humbrol, dándoles algunos lavados, una vez secado todo
el conjunto, en negro muy diluído. Luego usando un color
plata pasé un pincel a la “pincel seco” por diversas partes
salientes. Unos toques finales de rojo mate darán aspectos
de óxido y manchas de aceite en algunas zonas. Como me
quedó todo al final algo brillante, tuve que dar unas
pasadas de barniz mate de Humbrol con el aerógrafo. Una vez
acabado, pinté la superficie del tren de aterrizaje el
Gunze Sangyo RLM 02. Dejándolo secar un día, le dí unos
baños de negro mate de Humbrol, de nuevo muy diluído. Una
vez seco (tras las 24 horas de rigor) apliqué pincel seco
con gris + blanco mate de Humbrol para resaltar detalles.
Luego acabé pintando algunos cables en negro también de
Humbrol.
Seco todo, enmascaré con Tamiya Tape estas zonas del tren
de aterrizaje pintadas, así como también claro la cabina, y
me preparé para la fase de pintura del
camuflaje.
Como
siempre, empezamos con una mano rápida de Tamiya negro
mate, marcando con el aerógrafo todas las líneas y paneles
de la maqueta.
Terminado
esto pinté las bandas de la “Rechverteidigung”, en este
caso negra y blanca para la JG 26 (la línea blanca
ligeramente más gruesa). Primero pinté el color blanco
(Tamiya) y luego al día siguiente enmascaré el color blanco
y apliqué el negro (Tamiya también). Tras 24 horas
enmascaré ambos colores midiendo bien las dimensiones que
iba a tomar la banda de reconocimiento del fuselaje.
Luego
con una mezcla de RLM 76 + RLM 02 ambos de Gunze Sangyo
logré un color muy parecido al “RLM 84”, con un azul
verdoso bastante convincente. Lo pasé de forma suave,
dejando entrever aquí y allí alguna línea de los paneles
previamente pintada en negro. Acabada esta mano de pintura,
sin apagar el aerógrafo, mezclé el azul verdoso con algo de
blanco, y aerografié las zonas interiores de todos los
paneles, dando un poco de profundidad y vida al
conjunto.
Lo
mismo repetí con los otros tonos de la parte superior:
verde oscuro RLM 83 y verde claro RLM 82, también ambos de
Gunze. Para enmascarar el camuflaje usé papel adhesivo de
Revell (muy bueno), eso sí ¡dejad secar bien la pintura o
el papel adhesivo podría dañarla!
Si
sois muy buenos con el aerógrafo (yo no lo soy) podríais
hacer todo esto a mano alzada. Como yo soy muy malo en esto
prefiero usar plantillas o enmascaramientos.
Un truco:
si el enmascaramiento está pegado a la superficie, la
división entre los colores es muy fuerte y clara. Si
separáis algo el enmascaramiento de la superficie a pintar,
entonces la división quedará más
difuminada.
En
la parte inferior pinté el borde de las alas en gris RLM 74
de Gunze Sangyo. Las partes inferiores de los Fw 190 D-9
tenían diversos colores en grises y metales ya que al final
de la guerra la producción de muchos aviones alemanes
estaba muy diversificada y repartida en pequeñas compañías,
muchas de ellas casi caseras, para así impedir que los
daños en los bombardeos de las grandes fábricas afectaran a
la producción total. Es por eso que algunas piezas iban en
colores grises o metálicos (sin pintar) en espera de
recibir la mano de pintura final en las unidades, que por
otra parte no era muy habitual dado el caos reinante. Hay
diversos esquemas vistos y confirmados en los Fw 190 Ds
para las partes inferiores. Yo simplemente seguí el esquema
propuesto en la hoja de calcas... En un par de zonas pinté
unas marcas rojas que eran también usuales en algunos
aviones durante los últimos meses de la guerra. Era pintura
antioxidante puesta sobre reparaciones o piezas que se
acababan de cambiar (muy típicas de encontrar en los Fw 190
en los tornillos que sujetaban las protecciones del tren de
aterrizaje, como la foto inferior muestra). Normalmente se
volvían a pintar pero lo dicho, el caos era inmenso, no
había tiempo ya de nada salvo de poner en condiciones de
vuelo al avión. En algunas fotos vereis estas marcas no en
rojo sino en color aluminio/metal natural. Las dejé en rojo
por ser más vistosas aunque sinceramente, repasando la foto
original (de muy pobre calidad por cierto) tengo mis dudas.
Con todos los colores base ya preparados dí al conjunto una
base de barniz brillante de Tamiya que dejé secar 24 horas.
Y después como de costumbre, con Micro Set y Micro Sol
apliqué las calcas (de gran calidad todo sea dicho). Secas
las calcas o decals pasé otra mano de barniz brillante a
todo el modelo.
Al
día siguiente para dar un aspecto de desgaste y suciedad en
el avión hice algo inusual en aquel entonces para mí. Por
todo el avión fui dando lavados de negro + marrón rojizo de
Humbrol muy diluídos en disolvente de Revell. Pasando
lavados de arriba a abajo se fueron quedando algunas líneas
como de desgaste que daban un toque real a la maqueta. En
algunas zonas las acentué y en otras casi no las aplicaba,
todo depende de vuestra decisión siguiendo fotos originales
de la época. Las líneas de los paneles quedaban también
marcadas por estos lavados. Podéis corregir cualquier
desperfecto con simplemente pasar un trapo, pincel o
bastoncillo (de esos de limpiar las orejas) mojado en
disolvente, por la zona a corregir. Lo que a veces parece
un desperfecto por haber aplicado mucha pintura en un
lavado quedará como especialmente “sucio” a la hora de
secar. Si no os satisface el resultado siempre es posible
corregirlo todo con un poco de pincel seco del color que
usamos de base...
Importante:
aplicar esta técnica sólo si el avión ha de tener una
apariencia sucia, de continuo uso. En caso contrario marcar
simplemente las líneas de los paneles como de costumbre:
pincel fino con pintura muy diluída o simplemente con ayuda
de un lapicero...
Acabada
y seca esta fase de lavados es hora de resaltar los
detalles salientes con gris claro de Humbrol usando la
técnica de “pincel seco”. Los desconchados de Tamiya Flat
Aluminium puestos con un pincel muy fino darán más
realismo.
Los flaps fueron pintados a parte, con un RLM
02
de Gunze, mezclado con algo de negro mate de Tamiya.
Luego poniendo un poquillo de blanco de Tamiya también, dí
unas pasadas rápidas, aclarando así las zonas interiores
como podéis ver. El depósito de combustible lo pinté con
RLM 76 de Gunze Sangyo y una vez seco le dí unos lavados en
negro muy diluído de Humbrol. La punta la pinté en color
Flat Aluminium de Tamiya. Esto era algo usual en la
Luftwaffe. A veces también en colores oscuros (negro o
rojo). No lo ensucié mucho para darle un aspecto como de un
depósito acabado de colocar para una misión.
La espiral decorativa en la hélice fue pintada con
aerógrafo usando plantillas de la firma Eduard (las mismas
que expliqué paso a paso en el artículo
Fw 190A-7 "Bär" de
Hasegawa,
en 1/32). Os las recomiendo, las tienen para todos
los modelos y escalas. Yo había intentado usar las
calcas de espirales que venían en diversas hojas
(incluídas en la maqueta de Revell) pero no fui capaz a
lograr ningún resultado convincente (ni por mucho usar
Micro Set y Micro Sol lo conseguí) así que cuando ví las
plantillas de Eduard en internet ¡no me lo pensé un
segundo!... ¡¡no os podeis imaginar la cantidad de
espirales de hojas de decals que me cargué en 1/32 antes
de usar las plantillas de
Eduard!!
Para
simular el humo de los escapes puse un poco de barniz mate
de Humbrol mezclado con un poquito de negro mate de Revell
en el aerógrafo. Dí pasadas muy suaves y una vez secó todo
apliqué un poco de pincel seco con marrón oscuro de Revell
también.
Para
acabar como siempre, le dí dos o tres manos de barniz mate
de Humbrol a todo el avión. No os paséis mucho usándolo
sobre zonas blancas o muy claras ya que este barniz tiende
a "anaranjarse" con el paso de los meses / años (no siempre
la verdad, es un misterio)... A mí me gusta porque nunca
queda mate sino más bien semibrillante, como eran en
realidad la mayoría de cazas de la Luftwaffe.
Conclusión:
cada uno de los céntimos invertidos en esta maqueta de
Revell han merecido la pena. Barato, muy buena calidad en
el plástico y calcas muy bonitas. Os lo recomiendo. Y salvo
por la parte del motor que hay que montar e instalar, todo
lo demás es muy sencillo y rápido de construir. Una vez más
Revell ofrece una maqueta muy buena y a muy buen
precio.
nuevas fotos de mi "Dora" de
Revell aquí
Fotos
y textos son copyright © 2011 de Raúl
Corral
Mira aquí directamente el reportaje en la
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