Messerschmitt Me 109 F-4 "Trop"
Airfix,
escala 1/48
por
Raúl Corral
“...
bueno, bonito, barato.”
Y
eso que al abrir la caja del Messerschmitt Bf 109 F 1/48 de
Airfix uno se queda un poco con la impresión de haber
comprado uno de aquellos famosos “sobre-sorpresa” de los
años ochenta llenos de soldaditos, tanques... de
plástico con los que un humilde servidor se entretenía
montando las piezas y simulando batallitas de la segunda
guerra mundial.
Airfix
sacó este modelo a la venta en 1978 si mal no recuerdo,
hace ya ¡¡30 años!! y aún así se trata de un modelo más que
respetado, que representa vivamente el perfil de este
mítico y de sobra conocido caza.
Adquirí
el Me 109 de Airfix en una tienda en Munich por 10.99
euros, solamente por la posibilidad de conseguir la
insignia de la JG 54 (
) y poder utilizarla posteriormente en el capó del Bf
109 G-2 a escala 1/32 “white 10” de la unidad JG 54 en el
frente del este, en 1942 (fotos disponibles en la
sección
Galería de
Fotos).
Como
había leído buenas críticas de este modelo de Airfix, me
puse manos a la obra pensando en hacer un 109 colorido,
fácil y rápido de pintar y sin usar ninguna técnica
especial, super-detallado o mejora.
Básicamente
quería imitar a los modelos de aviones en 1/72 y 1/48
que vienen ya montados y pintados y con unas bases de color
negras sobre los que se puede situar al avión simulando el
vuelo. Normalmente es muy mala la calidad de estos aviones,
hechos en serie en China, no quiero ni pensar cómo. Así que
¿por qué no usar una de esas bases para situar al Me 109 de
Airfix en pleno vuelo con los colores de un avión de la
unidad JG 27 en el desierto africano, en 1941, construyendo
un avión rápidamente y sin complicarnos la
vida?
Manos
a la obra...
Contenido
de la caja y montaje
Lo
dicho, al abrir de caja uno piensa que acaba de comprar un
“sobre-sorpresa”.
Todo
venía separado y sin bolsas de protección. Las líneas de
los paneles estaban grabadas hacia afuera en el fuselaje y
hacia adentro en las alas. Otros detalles como portillas,
tapas de los depósitos... venían también grabados hacia
afuera. Las salidas de humo de los escapes estaban unidas
al morro del avíon. Lo mismo pasaba con las
ametralladoras... en fin, es un modelo de 1.978 así que no
pediremos “peras al olmo”. Un detalle de entrada muy
agradable fue la cabina, muy bien detallada para su época y
a la que se puede dar un aspecto más que interesante con un
poco de esfuerzo. En la foto de arriba podéis ver la cabina
parcialmente pintada y el resto de las piezas. El plástico
para el cristal de la cabina es grueso y sólo permite usar
la cabina cerrada...aún así es muy transparente y deja
apreciar muchos detalles del interior (!mucho más
transparente que la que viene en el Kit de conversión de
AIres para hacer un Me 109 F en escala 1/32!).
Cómo no quería hacer nada espectacular de este modelo y la
cabina iba a permanecer de todas formas cerrada, no
introduje ninguna mejora. Todo lo dejé tal cual viene en la
caja. Sólo usé una calca de unos cinturones del asiento del
piloto que venían del Me 262 “Clear-Edition” de Tamiya (sí,
el del
primer
artículo
de esta web). Para el panel de mandos utilicé la calca
de la propia Airfix, todo en blanco y negro pero le da una
aire vivo con un mínimo de trabajo. La pintura de base era
gris panzer de Humbrol. Tras dejarlo secar dos días le dí
unos lavados en negro muy diluido y después de otros dos
días de secado, resalté los detalles usando “pincel seco”
con gris panzer + blanco mate. Algunos detalles fueron
pintados en rojo, azul, amarillo... Como me quedó algo
brillante al final, decidí darle una mano rápida de barniz
mate de Humbrol. Para nada se nota que es una cabina !con
30 años! ya que la calidad en detalles es más que
aceptable.
Con
la cabina hecha empecé a montar todo el conjunto. Aquí es
dónde uno se puede dar cuenta enseguida de por qué este
modelo de Airfix ha tenido siempre buenas críticas. La
apariencia general es muy buena... ¡ya estoy deseando
empezar a pintarlo! Las cubiertas del capó se montan por
separado. Yo seguí las instrucciones de Airfix y las monté
al final. He leído que también montándolas al principio,
con cada parte del fuselaje, se adaptan bien... En fin, tan
sólo un poco de lijado fue necesario. No uso masilla para
rellenar huecos, simplemente pintura gorda o pegamento,
pero de todas formas no ví nada exagerado que necesitara de
relleno urgente...
A
pintar un poquillo...
Siempre
quise tener un ME 109 F del desierto, de la unidad de caza
JG 27, con el morro amarillo y luciendo la insignia típica
de esta escuadrilla, que desde niño me ha llamado la
atención. Buscando en internet encontré este dibujo o
profile de un 109 del comandante de la JG 27 “Edu Neumann"
que encajaba perfectamente en mi proyecto:
Como siempre comencé a pintar el avión con pinturas
acrílicas (dejan mejor brillo y tacto y no huelen tan
fuerte como las de disolvente) usando negro mate de Tamiya,
pintado con el aerógrafo todas las líneas de paneles,
aberturas, esquinas... tal como apreciáis en la foto
siguiente. Esto dejará una base oscura perfecta sobre la
que pintaremos los colores más claros (azul RLM 78 en este
caso) de una forma no muy intensa para así dejar entrever
las líneas previamente pintadas en negro como si el RLM 78
estuviera desgastado por el uso y dando un poco de vida al
conjunto. Una vez aplicado el color negro, pintamos el
morro del avión y la cola en colores amarillos. Para esto
usé Gunze Sangyo RLM 04. Por supuesto la cabina permanecerá
enmascarada todo el tiempo.
Tras enmascarar las zonas pintadas en amarillo con “Tamiya
Tape” pinté todo en RLM 78 de Gunze Sangyo (menos la parte
alta del fuselaje que iba a ir de todas maneras en color
arena). El aerógrafo lo pasé solamente de forma suave
dejando entrever en algunas zonas el color negro que en un
primer momento habíamos aplicado. El objetivo es dejar
asomarse ligeramente las líneas de los paneles, rompiendo
la monotonía de tener una base azul perfecta e
igualada.
Dejé secar todo unos dos días y después enmascaré las zonas
que no iban a ser pintadas en color arena de nuevo con
“Tamiya Tape” y con papeles que tenía por ahí a mano. Todo
vale con tal de proteger la zona pintada en azul RLM
78.
Al
igual que antes, el color arena (era de la marca Gunze
Sangyo, el RLM 79) es aplicado de forma suave. Una vez
acabado, mezclé el mismo color RLM 79 con un poco de color
blanco mate de Tamiya y pasé de nuevo el aerógrafo pero
esta vez por las zonas interiores, sin tocar ninguna de las
líneas de demarcación o paneles. Así conseguimos dar
profundidad a todo el conjunto y romper la monotonía, tal y
como se aprecia en las siguientes fotos, ya sin “Tamiya
Tape”.
Ya sólo queda aplicar el aérografo con color blanco mate de
Tamiya en la banda del fuselaje y en las puntas de las
alas. De nuevo enmascaramos las zonas que deseamos proteger
(¡después de haber dejado secar las capas de pintura
anteriores claro!) y aplicamos la pintura de una forma
uniforme ya que deseaba destacar las zonas en blanco como
contraste del resto de los colores.
Y de nuevo, después de dejar secar todo unas horas me tomé
un lapicero normal y corriente y tras afilarlo bien lo pasé
por todas las líneas de los paneles. Las que estaban
marcadas hacia afuera (en el fuselaje y en las tapas de los
depósitos por ejemplo) fueron retocadas ligeramente con el
lápiz también. Si se comete algún fallo (siempre me pasa)
basta con usar una goma de borrar y ya está arreglado.
También usé la goma para difuminar algunas líneas que había
marcado demasiado con el lápiz.
Y se acerca ya uno de mis momentos favoritos: el poner las
calcas (o “decals”).
Para
ello barnicé todo el modelo con barniz brillante de Tamiya
y lo dejé secar bien unas 24 horas.
Luego
usé Micro Set y Micro Sol (supongo que ya habéis oído
hablar de estos líquidos, si no, basta deciros que son
indispensables para conseguir un resultado realista en
todas vuestras calcas). Primero puse Micro Set preparando
la base para la calca. Una vez puesta sequé todo con un
pañuelo y a por la siguiente calca... Al cabo de una hora
ya estaban todas puestas... Pasada la noche (para dejar que
las calcas se adhieran bien) apliqué Micro Sol, que ayuda
de manera increíble a las calcas a adaptarse a todas las
formas de la superficie donde han sido aplicadas.
Una vez que el barniz brillante ha secado (unas 24 horas
deberían bastar) empezamos a resaltar algún que otro
detalle usando esta vez pinturas de disolvente ya que al
aplicarlas sobre el barniz acrílico podremos eliminar
fácilmente cualquier exceso usando un pañuelo o por ejemplo
los bastoncillos de limpiar las orejas a los bebés, que son
de gran ayuda en el modelismo para todo tipo de cosas
(limpieza del aerógrafo es una de ellas). En este avión lo
que hice fue añadir unos lavados con negro muy diluído en
las áreas de salida de las ametralladoras y también apliqué
unos desconchados en color plata mate de Humbrol, con un
pincel muy fino, simulando los desgastes de pintura en las
zonas donde los mecánicos y personal de tierra más solían
pisar.
Sin
pasarnos mucho con estos efectos (salvo que queramos poner
el avión en una base para hacer un diorama) acabamos
resaltano pequeños detalles con pincel seco para lo que usé
de nuevo el color plata de antes mezclado con color blanco
mate tambián de Humbrol. No uséis nunca pinturas acrílicas
para pintar a “pincel seco” (salvo excepciones, como por
ejemplo, pintando grandes áreas). Las de disolvente son
infinitamente mejores para esta
labor.
Y
ya lo tenemos listo para el toque final: el barnizado en
mate. Muchos aviones alemanes de la segunda guerra mundial
estaban acabados en tonos semi-brillantes, así que algunas
veces podéis usar un barniz satinado que os dejará este
efecto. Yo suelo usar el barniz mate de Humbrol (de
disolvente) ya que queda en algunas zonas algo
semi-brillante y se asemeja mejor a la realidad. En fin, es
cuestión de gustos y la verdad hay cantidad de barnices en
el mercado. La última decisión es
vuestra...
Para
el cableado de la radio usé estrías el propio plástico de
la maqueta donde venían sujetadas todas las piezas.
Calentándolo con una cerilla o un mechero se ablanda y
antes de que se enfríe (en unos segundos) lo estiramos por
ambos lados hasta alcanzar el grosor deseado. Lo mismo usé
para el mástil de la antena en el ala
izquierda.
Así
de bonito queda el Me 109 de Airfix acabado, sin muchos
efectos de subidas de color o desgastes, casi imitando a
los que se venden por ahí ya
hechos:
Conclusión:
todas y cada una de las buenas críticas que he leído
sobre el Me 109 de Airfix en escala 1/48 se ven reflejadas
a la hora de acabar el modelo. Si estáis pensando en
iniciaros en esta escala, probar nuevos camuflajes, regalar
un avión a un amigo, hacer un modelo rápido y bonito,
simular un avión en vuelo (cabina cerrada y tren de
aterrizaje son detallar), etc... este es entonces el modelo
definitivo. Os lo recomiendo. ¡Y el precio es totalmente
asequible para cualquier bolsillo! Increíble que después de
más de 30 años siga teniendo este estupendo
aspecto...
Aquí lo tenéis fotografiado en
el balcón de mi apartamento...
Fotos y textos son copyright © 2008 de Raúl Corral
Mira aquí el
Bf 109 F de Airfix terminado con
Weathering
¡Haz clic aquí para conocer más
sobre el piloto de esta máquina,
Eduard Neumann!
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